miércoles, 15 de abril de 2009

Los Escritos en los Cobertores y las Mantas Maragatas.

Autor: RIVERO PEREZ,
La riqueza de la tradición oral en la Maragatería, se vio complementada y al mismo tiempo enriquecida por sus escritos en mantas y cobertores que con gran maestría aparecen bordados, tejidos o insertados en su parte central, media alta, media baja o en sus bordes superiores. Encontramos diferentes variantes, a modo de ejemplo, tenemos: – nombre y apellidos de su titular: “ PEDRO FUENTE PUENTE”.– las iniciales de nombre y apellidos de su titular: “T.F.S” – mixta de iniciales y de nombre y apellidos: “ JOSE M. FUENTE FUENTE”, “J. FUENTE FUENTE”.– con el nombre: “AUREA”, “ANGELA”, “ FRANCISCA”.– con el nombre y un apellido: “ LORENZO NIETO”, “ ANGELA FUENTE”.– frases que relacionan al titular con el donante “A JOSE M. FUENTE RECUERDO DE SU MADRINA Y ABUELA”. Además de la escritura, cobertores y mantas, incorporan con atrevimiento rayas, listas y dibujos caprichosos. Su cromatismo es variado, va del verde, al azul, pasando por el marrón, lila, encarnado y amarillo; esta paleta de colores, unida al abanico de formas, se complementan, para crear una pieza única, que es a la vez cálida, vistosa, colorista, armoniosa y atractiva. Este trabajo de investigación tiene un doble objetivo: – sacar a la luz esta fuente documental de gran valor.– Interpretar sus signos, símbolos y significado en el contexto de la familia maragata. COBERTORES Y MANTAS: MARCAN LOS RITOS DE PASO, AFIANZAN EL LINAJE Y CONSERVAN LA MEMORIA FAMILIAR En las tierras de la antigua Somoza, existía la costumbre de personalizar determinadas mantas y cobertores de lana, que de forma artesanal se tejían en los telares de los pueblos maragatos desde tiempos remotos hasta los años cincuenta del siglo pasado. A partir de esas fechas, los telares artesanos, ceden casi todo el protagonismo a los talleres industriales. La función productiva experimenta transformaciones a lo largo de los siglos XIX y XX: – Pierde su carácter artesanal en la medida que se incorpora la máquina; el taller familiar va dando paso a la fábrica y la función de tejer, que a tiempo parcial, se ejercía en casi todos los pueblos de la Maragatería, y que por supuesto, era necesaria en una economía de subsistencia como la maragata, se abandona. El telar se arrincona o malvende a anticuarios y curiosos y la actividad languidece de forma lenta pero efectiva.

2 comentarios:

  1. Tus artículos son bastantes interesantes,me gustaría que siguieras publicándolos.

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  2. Es un toque muy auténtico y sofisticado. El hecho de poner un Nombre una frase o recordar algo esoecial a traves de los escritos en cobertores, mantas o cualquier pieza que una quiera adornar.

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